La Escuela es un tiempo para enfocarte en conocer a Dios como Padre, y conocerte a ti mismo: cómo fuiste creado, cuáles son tus dones y tus talentos. Es un espacio para escuchar la voz de Dios y tomar decisiones para el futuro.
No, aunque es un espacio en el que puedes reconocer tú llamado al ministerio. Este no es un tiempo exclusivo para identificar un llamado, pues cualquier persona que quiera profundizar en su relación con Dios puede venir.
Durante tu tiempo en la Escuela podrás disfrutar de tu cercanía con Dios. El objetivo es que buscarle sea algo habitual en tu vida, que te lleve a depender totalmente de Él, incluso en lo relacionado a tus sueños y tu profesión.
Solo por medio de tu relación con el Señor vas a poder escuchar su voz e identificar con claridad su voluntad para tu vida, incluyendo el conocer si tienes un llamado, y cuál sería ese llamado.
Queremos que puedas dedicar cada momento de esos cuatro meses en la Escuela a tu cercanía con Dios, lo cuál involucra clases de conocimiento bíblico, pero también tiempos de compartir con personas que te van a acompañar durante este tiempo, y que van a ayudarte a crecer en tu carácter, paciencia, amor al prójimo, y en tus dones y talentos. Es tan importante el conocimiento bíblico como el conocerte a ti mismo por medio de la convivencia y el compartir con otros.
Se ha comprobado que para adquirir o dejar un hábito, es necesario tener una disciplina y rutina de mínimo tres meses practicándolo, por eso es tan importante que puedas aislarte de distracciones y desarrollar cercanía con personas que te puedan ayudar en el proceso. La clave para ellos es poder estar en un lugar que reúna las características físicas y espirituales para que puedas adquirir lo que necesitas y dejar los hábitos que estorban.
Durante la primera fase vemos clases tales como:
Es un tema por semana, cada uno con un profesor diferente, de los cuales algunos son de nuestro país, otros de Estados Unidos, México, etc.